La UPP afronta el momento más complicado de su historia
Jesús Ignacio Díaz y Ceferino Cuartos, en la pasada Asamblea. |
Sin querer ser alarmistas, se podría decir que la UP Plasencia está atravesando el momento más delicado de sus casi 75 años de historia. Ni siquiera cuando las deudas se cernían como una espada de Damocles o cuando el equipo consumó su descenso a Regional Preferente, la UP Plasencia atravesó un momento tan complicado.
Y lo es porque los dos grandes activos que deben tener un club, sus jugadores y sus aficionados, parecen haber dado la espalda a la entidad placentina. Así quedó de manifiesto en la Asamblea General Ordinaria de socios del pasado viernes, que se perfilaba como un mero trámite para dar paso a una nueva junta gestora ante la ausencia de candidaturas a presidente y acabó en un tenso debate, por una parte, entre el presidente y el vicepresidente salientes, Juan Ignacio Díaz Benito y Ceferino Cuartos, y por otra, los 25 socios que se dieron cita a la Asamblea, entre los que se encontraban varios jugadores.
A los futbolistas se les debe 15.000 de los 45.000 euros presupuestados y ni siquiera las explicaciones de Díaz Benito, que justifica las deudas en el retraso en el cobro de las subvenciones de Ayuntamiento y Diputación, convencieron ni a socios ni a jugadores –que también son socios-, ya que estiman que no se puede vincular un presupuesto a unas cantidades que año tras año no llegan hasta la siguiente campaña.
La falta de conexión con los aficionados o la incapacidad de trasladarlos un proyecto ilusionante se ha traducido en los 3.840 euros que ha dejado la masa social en la pasada temporada. Desglosándolo de otro modo, apenas se expidieron 75 carnés. O al menos, fueron los que se pagaron.
Sin embargo, lo que más ofendió a los jugadores presentes fue un comentario que realizó Ceferino Cuartos cuando le echaron en cara que a estas alturas de año ya se deberían conocer las líneas del próximo proyecto deportivo, que la Asamblea se tenía que haber celebrado antes o que la directiva tenía que haberse puesto en contacto con los futbolistas, que empiezan a buscarse su futuro en otros clubes ante el desolador paisaje que se vislumbra. “Tranquilo, jugadores hay de sobra”, dijo Cuartos.
Operación Estampida
Aunque según Ceferino Cuartos haya jugadores de sobra, lo cierto es que este año la UPP va a tener más que complicado confeccionar una plantilla de garantías. En su contra juega que dos entrenadores placentinos, Miguel Rubio y David Salvo, han fichado por el Coria y el Moralo y están poniendo sus ojos en los jugadores de su propia ciudad. Sergio Sánchez y Rubén Borrallo ya han fichado por el Coria, y a ellos se ha añadido un ex del Ciudad como Dani Aparicio. Por su parte, el Moralo ya ha mostrado su interés por el portero Luis Paniagua, David Alejo y David Albarrán. Por si fuera poco, incluso el capitán Luismi tiene sobre la mesa una oferta del Extremadura UD y un interés extraoficial de equipos punteros de la región.
A partir de este lunes debería empezarse a ver luz al túnel una vez que quede configurada la junta gestora, integrada por miembros de la pasada directiva. En la Asamblea, algunos aficionados agradecieron el esfuerzo económico que han hecho muchos de ellos hasta ahora, pero les pidieron que se echen a un lado para dejar entrar savia nueva. Pero precisamente es ahí donde se encuentra el mayor de los problemas. Nadie se atreve a dar un paso al frente.
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