Aarón, pendiente del Cacereño para irse a la UP Plasencia

Aarón, en un partido ante la UPP la pasada temporada.

Diario Hoy (J. Cepeda) / Mientras se resuelve el futuro institucional del Cacereño, y tras la marcha al Coria de los icónicos Carlos García y Pino, la entidad verdiblanca podría perder en las próximas horas a uno de los adalides de las últimas temporadas, su capitán Aarón Fernández. Aunque el jugador catalán cuenta con contrato en vigor, el centrocampista ha recibido una suculenta oferta por parte de la Unión Polideportiva Plasencia que se extiende por varios años, por lo que ahora será el propio Cacereño el que decida darle o no la libertad para recalar en el norte de Extremadura.

A última hora de la tarde de ayer el jugador esperaba todavía una respuesta oficial del club para conocer si tiene luz verde: «Yo deseo quedarme en Cáceres, pero tengo una familia y necesito estabilidad», reconocía sobre la oferta llegada desde la UPP. Al respecto, el mandatario del Cacereño dejaba entrever que no habrá especiales problemas, aunque sin llegar a confirmar su decisión: «El club le está agradecido y miramos siempre por las personas. Ellos le han ofrecido mucho dinero», reconocía Antonio Martínez Doblas.

Por otra parte, el club verde podría sumar desde hoy un puñado de nombres propios procedentes de la pasada plantilla. A los ya renovados Mansilla, Kevin y Javi Navarro, el Cacereño cuenta con el acuerdo de Asiel, Juanqui Núñez, Elías Molina y Santi Polo, quienes podrían estampar su firma en las próximas horas si no hay un nuevo giro de los acontecimientos. 

Al respecto de la posible compra de la entidad, los ríos de especulaciones que corren por la ciudad desembocan por ahora en un mar de dudas generalizadas que naufragan lejos de cualquier certidumbre. Está por ver si a lo largo de los próximos días el mandatario Antonio Martínez Doblas logra cerrar algún acuerdo con los hipotéticos inversores de capital extranjero con los que prevé reunirse en los próximos días. Todo ello una vez la opción de los empresarios locales no parece convencer al máximo accionista, al menos como para entregar la espada en su totalidad.