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CRÓNICA. El Miralvalle dice adiós a una amarga temporada con una amplia derrota (62-99)

Raúl Pérez agradece el esfuerzo a las jugadoras que han acabado la temporada.

62. Miralvalle: Tereza Zitkova, Carla Ollero (6), Silvia Romero (2), Alicia Morales (22), Laia Moya (13) –cinco inicial-, Lidia Francisco (4), Belén Barbero, Nora Pérez (7), Laura Valiente, Lucía Yuste y Nicole Murugarren (8).

99. Azpeitia: Intza Lizarazu (17), Alazne Lizundia (3), Juana Molina (8), Milena Jaksic (11), Anisha George (14) –cinco inicial-, Sara Iparragirre (3), Uxúe Etxarte (5), Saioa Altzaga (8) y Marguerite Effa (17).

Parciales: 12-16, 31-49, 49-74 y 62-99.

Árbitros: Nicolás Murillo y Sergio del Val.

Incidencias: Pabellón Ciudad de Plasencia, 300 espectadores.

Juan Carlos Ramos / Plasencia

Fin de liga en una temporada para olvidar, en una temporada que debía de ser para que quedara en el recuerdo. Sin embargo, todo lo que podía salir mal, salió peor, empezando por fichajes de foráneas que tuvieron poca o ninguna implicación para sacar la nave a flote y que abandonaron el barco antes de que se hundiera.

Y sabiendo eso, el final de liga del Hierros Díaz Miralvalle fue acorde a las 29 jornadas anteriores, firmando su derrota más amplia en casa y encajando más puntos que en ninguna fecha anterior. Y eso que el partido era algo así como un amistoso, con absolutamente nada en juego, y que enfrente tenía al rival con el que el Miralvalle estuvo peleando por la salvación hasta hace cuatro jornadas. Sin embargo, la diferencia entre uno y otro fue abrumadora (62-99).

Al menos, el Miralvalle ha logrado eludir el último puesto de la Liga Femenina Challenge, gracias a la victoria del Celta de Vigo en Mataró. Es un dato meramente anecdótico, ya que no se espera que haya renuncias y, casi con toda seguridad, el equipo placentino jugará el próximo año en la Liga Femenina 2.

A pesar de ese escenario aparentemente desolador, La Bombonera quiso vivir una pequeña fiesta para acompañar a las suyas en sus horas más frágiles. Una despedida donde la cantera volvió a recibir su particular reconocimiento. Primero, en forma de minutos para cuatro canteranas de categorías inferiores. Y segundo, en el descanso, recibiendo el homenaje del club para aquellas juniors que cierran etapa de formación.

En cuanto al partido, su historia es que no hubo historia. El Miralvalle apenas pudo resistir diez minutos y luego cayó en picado, con Margueritte Effa y Anisha George imponiéndose por dentro. Precisamente, ésta última no se enteró de qué iba la película y estuvo a punto de crear un altercado con la connivencia de los dos árbitros. Primero, tras agredir a Silvia Romero tras recibir una falta personal y luego, tras los abucheos cada vez que tocaba el balón, dedicando un gesto antideportivo al público. Su entrenador la sentó y ya no la volvió a sacar.

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