El internacional Álex Galán vivirá su debut profesional en Plasencia

Álex Galán, con el Joventut, en la final del Campeonato de España junior.

Juan Carlos Ramos / Es la gran promesa del baloncesto extremeño, solo tiene 17 años (no cumplirá 18 hasta el 12 de septiembre) y ya ha decidido dar el salto al ámbito profesional. Se trata de Álex Galán, pívot calamonteño que ha militado las últimas cuatro temporadas en el Joventut de Badalona, donde se ha reivindicado como uno de los más firmes valores del básket nacional. Ahora, le tocará seguir progresando en la LEB Plata y en las filas del Club Baloncesto Plasencia Ambroz, a donde llega como cedido gracias a "las estrechas relaciones que hay entre ambos clubes".

El club placentino oficializó su fichaje a última hora de este martes y se une a las llegadas del base Adrián Fuentes (Navarra-LEB Plata), el alero Erik Kinney (Campbellsville-NAIA) y el ala-pívot Mario Álvarez (Ouest Lyionnais-NM2 Francia).

Álex Galán ha pasado por casi todas las categorías inferiores de la Selección Española. Incluso, este verano estuvo concentrado con la Sub-18 para preparar el Eurobásket de la categoría que se ha celebrado hasta el pasado fin de semana en Eslovaquia y donde la Selección se ha colgado la medalla de plata. Sin embargo, fue uno de los descartes.

En la Penya ha sido uno de los grandes referentes. Su último éxito, la pasada temporada, cuando se proclamó subcampeón de España junior. Solo el Real Madrid fue capaz de ganar en la final al Joventut (53-83). El extremeño anotó en aquel partido 10 puntos.

En la final autonómica, el Joventut se proclamó campeón de Cataluña tras ganar la final al Barça por 60-64. Galán fue el MVP del partido con 16 puntos y 5 rebotes.

Álex Galán fue reclutado por el Joventut de Badalona cuando solo tenía 13 años y militaba en el San Antonio Cáceres. Antes, jugaba en la Unión Baloncesto Almendralejo. Su buen papel en el Campeonato de España infantil despertó el interés del club verdinegro, que rápidamente se movió para hacerse con sus servicios.

A sus casi 18 años, es un pívot de 2,07 metros que puede botar y tirar, y dentro de la zona se mueve como pez en el agua. Con su salto al baloncesto profesional, ahora de los objetivos será potenciar su tren físico superior para plantar cara a jugadores mucho más veteranos.