Este 12 de mayo, hace 35 años que la UP Plasencia se proclamó por primera vez campeón de liga de Tercera División
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| El Plasencia se proclamó campeón de liga en Cáceres a una jornada para el final. Luego consiguió el ascenso a Segunda B en Alcira. |
El Plasencia demostró en el Príncipe Felipe que el título de campeón no se lo regaló nadie, sino que lo consiguió merced a su propio esfuerzo con un fútbol de contraataque rapidísimo desde el mismo momento en que el balón se puso en juego. Y no contento con ello, pasó a dominar durante buena parte del partido con un centro de campo en el que Jiménez, Contreras y Fernando le comieron el terreno a sus oponentes. Y adelante, siempre la punta de ataque peligrosa con un Oliva que se iba hacia puerta como un rayo y con un Pepe siempre en la boca del gol.
El Plasencia demostró la pólvora que le hizo ser el equipo más goleador en categorías nacionales aquel año. Cada vez que los de Alberto Uriona cogían el balón, se veía rondar el gol en el área cacereña, mientras que la defensa placentina frenaba una y otra vez las incursiones de Blanco, Segundo y Ramos.
El 0-1 llegó en el minuto 37, en un balón que parecía que iba fuera de puerta. La pelota fue recogida por un defensa cacereño, pero Jiménez se lo arrebató y centró para que Pepe, de soberbio cabezazo que hubiese firmado el mismo Santillana, enviase dentro ante el júbilo inenarrable de los hinchas placentinos. Y con el 0-1 y con un Plasencia dominador, jugando a lo campeón, se legaba al descanso.
El Cacereño salió en la segunda parte con ganas de empatar y a punto estuvo de conseguirlo. Pero con el 0-2, el alirón empezó a cantarse en las gradas del Príncipe Felipe. Llegó en el minuto 70, tras un balón largo que le llegó a Oliva por el centro, desde donde ganó la partida a Miguel Ángel en su salida y a Marcos en su carrera.
Con el 1-2 en el minuto 79, de Marín de disparo cruzado, regresó la emoción, pero el Plasencia se replegó bien y en el último minuto hizo el 1-3.
En esta ocasión, la defensa cacereña no acertó a despejar el balón, tiró Oliva, rechazó el meta y Femando de un chutazo terminó metiendo el balón en la red.
Con el 1-3 definitivo el triunfo se consumaba la victoria de la UPP y el título de campeón ya estaba definitivamente en el bolsillo, mientras en las gradas los aficionados placentinos coreaban "campeones, campeones".
Sala de prensa
La sala de prensa del Príncipe Felipe fue una auténtica fiesta para los placentinos, jubilosos por el título alcanzado. Allí estaban el presidente Julio Pérez Recio, al que su colega del Cacereño, Tomás Rodríguez Santano, felicitó efusiva y deportivamente. También vimos al recientemente desaparecido Paco Gil y a ese buen relaciones públicas que era Mariano Pahíno; al secretario técnico Higinio, todos ellos jubilosos y exultantes de alegría.
Julio Pérez Recio encendía un puro y ante la pregunta de cuántos se había fumado durante el partido contestó: «Qué va, este es el mismo; lo que pasa es que con los nervios se me ha apagado muchas veces y lo volví a encender y así he estado durante todo el partido, pero creo que habréis visto que somos campeones con toda justicia. Creo que ya podemos ir pensando en cómo vamos a jugar la liguilla de ascenso.»
El míster placentino Alberto Uriona mostraba su enorme alegría por el triunfo alcanzado por su equipo y comenzó diciendo: «Ha sido una satisfacción muy grande el no tener que esperar a ningún otro resultado ni carambolas, sino dependiendo de nosotros mismos y logrando el título ante un gran equipo como es el Cacereño.»
Cuando le comentaron a Uriona que habría sido imperdonable tropezar dos veces en la misma piedra, tras la gran campaña realizada en la pasada temporada, dijo: «Efectivamente, esto no podía repetirse. Este año hemos seguido nuestra línea ascendente. Mis jugadores han demostrado que valen para ser campeones.»
Sobre los goles, Alberto Uriona opinó: «Bueno, el gol de Pepe fue un gotazo, pero lo mismo los han marcado Ondarru, Oliva y otros compañeros y ahí están esos 123 goles que llevamos marcados. Creo que nuestro equipo ha hecho hoy aquí también un partido completísimo.»
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