A ya nadie le gusta cĂłmo caza la perrina, ni siquiera a los
mĂĄs optimistas que pedĂan un margen de tiempo para aquellos jugadores con
necesidad de adaptaciĂłn a una liga profesional. Una vez superado el Tourmalet
(Granada, MorĂłn y Alicante), ese nuevo periodo de prueba comenzaba ante el
Hospitalet. Sin embargo, los aficionados placentinos vieron cĂłmo, por primera
vez en lo que va de temporada en casa, su equipo no tenĂa capacidad para
competir.
Y lo peor de todo es que el Plasencia no fue capaz de
plantar cara ante un rival de 'su' liga y que en su expediciĂłn solo figuraban
nueve jugadores. El Hospitalet explotĂł al mĂĄximo sus poquitos recursos y se
encontrĂł un partido completamente plĂĄcido en La Bombonera (66-81).
En el Plasencia se confirmĂł la peor noticia de todas, ya
esperada por otra parte. La ecografĂa confirmĂł la rotura fibrilar de AdriĂĄn
Fuentes, que tendrĂĄ que guardar descanso al menos quince dĂas.
El pasito adelante de la segunda unidad se hacĂa mĂĄs que
necesario para salir del bache de tres derrotas seguidas, pero solo alguno que
otro hizo amago de aparecer. Miguel MartĂnez y Pablo Bayle intentaron poner de
su parte a la hora de crear juego, pero los forĂĄneos Erik Kinney, Richard
Peters y Robert Valge volvieron a mostrarse prescindibles.
Y a pesar de todos esos condicionantes adversos, el
Plasencia fue capaz de mantener con ventaja en el marcador mientras hizo fĂĄcil
el baloncesto, dando protagonismo por dentro a Seydou Aboubacar y exprimiendo
el talento innato de Ălex GalĂĄn.
El Hospitalet asumiĂł su inferioridad en la pintura, mucha
mĂĄs con un Shota Gelazonia algo tocado y Johan Kody que rĂĄpidamente se puso con
cuatro, y dio importancia a sus '4', tanto para hacer circular el balĂłn como
para amenazar desde media y larga distancia. La defensa no estuvo a la altura y
eso condujo a la precipitaciĂłn en ataque para no dejar escapar al Hospitalet
(33-39 al descanso).
Tras el descanso, cuando tocaba arrebato, el Plasencia cayĂł
en depresiĂłn y reconociĂł que no atraviesa un buen momento. La mĂĄxima visitante
llegĂł con el 48-65.
En el Ășltimo cuarto, los de siempre –vĂ©ase Ălex GalĂĄn o
Seydou Aboubacar- tiraron de orgullo y lograron situar al Plasencia a ocho
(59-67). El americano Devin Schmidt, con un par de destellos de calidad, se
encargĂł de neutralizar una remontada imposible.