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CRÓNICA. Juaristi ISB-Plasencia: 75-72. Final ajustado, derrota segura

Salto inicial en el partido entre el Juaristi ISB y el Plasencia. IRAURGI ISB
Juaristi ISB
75
Extremadura Plasencia
72
JUARISTI ISB.
Jahvaughn Powell (21), Íker Salazar (4), Xabier Beraza (7), Marshall Riddle (6), Nelson Kahler (8) –cinco inicial-, Asier Azpeitia (5), Ander Merketegi (5), Míkel Sanz (2), Volodymyr Orlov (11) y Brian Cordice (6).
EXTREMADURA PLASENCIA.
Duane Morgan (11), José Antonio Medina (16), Arturo Fernández, Vladimir Tomasevic (3), Marcellus Roberts (12) –cinco inicial-, Pablo Villarejo (14), Germán Martínez (5), Diego Gallardo (3), Javier Cardito, Mario Álvarez (6) y Deng Mayot (2).
PARCIALES:

18-14, 39-38, 56-47 y 75-72.
+Estadísticas.
ÁRBITROS:
Pere Munar Bañón y María Cortés Payá.
INCIDENCIAS:
Polideportivo Municipal de Azpeitia.















Juan Carlos Ramos (Diario Hoy) / Plasencia


El día que gana, gana con holgura. El día que pierde, siempre es de la forma más cruel posible, es decir, en los segundos finales de los partidos. Y ya van cuatro veces en la presente temporada. Cuatro derrotas siempre que ha habido emoción al final. La última, en la cancha del ISB Juaristi (75-72).

En esta ocasión, después de una gran remontada y con 71-70 en el marcador, el Plasencia recuperó a siete segundos para el final. En el contraataque, cuando Germán Martínez podía asistir a uno u otro lado, pegón un resbalón y se fueron las opciones de victoria al traste. Cuando no es por hache es por be, urge un exorcismo.

Pero al igual que en Marín o en Salamanca mereció la victoria, no se puede decir que Azpeitia hiciera más merecimientos que su rival. Le bastó jugar por momentos de inspiración para llegar con vida al desenlace, pero en líneas generales fue un equipo gris.

No hubo una sola ventaja extremeña en todo el choque. Es más, el Juaristi ISB rápidamente empezó a moverse con rentas sensibles poco a poco fue aumentando. En la primera parte, gracias al dominio de Vladimir Orlov dentro de las zonas, que permitió alcanzar una máxima de 10 a dos minutos del descanso (38-28). Una reacción liderada por Medina dejó el 39-38 en el intervalo.

En el tercer cuarto, el caudal ofensivo del Plasencia se resumió en solo tres triples. Nueve puntos en diez minutos que ilustró perfectamente el grado de frustración del equipo extremeño a la hora de buscar soluciones de pase o de tiro (56-47).

La herida se abrió hasta los 14 puntos a siete minutos para el final (63-49). El Plasencia parecía noqueado, pero en ese momento decidió sabiamente que los triples se los tenían que jugar especialistas como Villarejo (4/7) o Medina (4/8) y no jugadores con menos perfil de tirador

Con algo tan básico como eso y un poquito de intensidad defensiva, el Plasencia fue capaz de recobrar vida y tener en su mano la victoria. Lo malo, como siempre, fue poner la guinda al pastel.
Se busca psicólogo. O exorcista. O santero. O algo.