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CRÓNICA. Un Plasencia sin americanos se marca una proeza ante el Zornotza (90-67)

José Antonio Medina trata de penetrar ante la vigilancia de Samu Barros.
Extremadura Plasencia
90
Zornotza Saskibaoli
67
EXTREMADURA PLASENCIA.
José Antonio Medina (16), Diego Gallardo (9), Mario Álvarez (21), Arturo Fernández (8), Deng Mayot (17) –cinco inicial-, Pablo Villarejo (14), Germán Martínez (3), Javier Cardito (2), Roberto Domínguez y Rodrigo Baíllo.
ZORNOTZA SASKIBALOI.
Roderick Bobbit (10), Sain de la Maza (2), Álex Mazaira (11), Udun Osakue (6), Bolden Champaigne (2) –cinco inicial-, Randy Onwuasor (7), Joseba Estalayo (9), Kevin Bercy (16), Samu Barros (4) e Imanol Orúe-Mazaga.
PARCIALES:

21-20, 47-37, 70-58 y 90-67.
+Estadísticas.
ÁRBITROS:
Alberto García Parejo y Sergio Eduardo González Morán.
INCIDENCIAS:
Pabellón Ciudad de Plasencia, 450 espectadores.













Juan Carlos Ramos / Plasencia


Andaba mosca Rafa Sanz en la previa del partido. Alejado de su discurso habitual, soltaba algún que otro dardo a lo que llamó el "entorno". Solo hacía que enseñar la mecha de la bomba que estaba a punto de estallar: sus dos americanos Duane Morgan y Marcellus Roberts (sus dos jugadores más valorados) no se vestían de corto a causa de una inspección de trabajo que le exige regularizar su situación laboral en el club placentino.

El 'run-run' trascendió a las gradas y el que más y el que menos se llevó las manos a la cabeza, asumiendo que la tarea de ganar a un favorito como el Zornotza era misión imposible. Y con ello, seguir con vida de cara a alcanzar los playoff de ascenso al final de la liga regular.

A Rafa Sanz le quedaban ocho jugadores hábiles, uno de ellos con un esguince como Medina. Y por dentro, con los dos americanos en la banda, solo un pívot (Deng Mayot) y un 4 (Mario Álvarez). Demasiado poco para plantar cara a auténticos portentos físicos como los del Zornotza.

Y fue entonces cuando Deng Mayot y Mario Álvarez decidieron ofrecer la mejor versión del año. Se duplicaron en defensa y en ataque, partidazo el suyo. En realidad, partidazo en general de los ocho guerreros. Con máxima de nueve (21-12), los nubarrones se alejaron de La Bombonera.

Hubo un conato de infarto cuando Medina se fue al suelo y se llevó la mano al tobillo. Con el base recuperándose del susto, apareció Villarejo para frenar a base de triples la primera única ventaja visitante (21-22). Y en defensa, presión alta de los placentinos hacía auténticos estragos en la subida de balón visitante: 47-37 al descanso.

En la reanudación, tres triples seguidos de Mazaira dieron vida al Zornotza (51-46), pero otra vez la defensa extremeña y la predisposición en ir a las ayudas y al rebote ofensivo abortaban cualquier opción del equipo vizcaíno, demasiado dependiente de lo que hiciera Bercy.

A pesar de la cuarta de Mayot en el inicio del último cuarto, los quince de ventaja (73-58) parecían renta suficiente como para no tener que sufrir. Y no solo no se sufrió, sino que al final sacó los colores al Zornotza para mantenerse vivo a tres jornadas para el final.