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CRÓNICA. El trámite en Zamora fue más un castigo que una pachanga (77-49)

José Antonio Medina sube el balón ante Anthony Libroia. NOTICIASCYL
Aquimisa Zamora
77
Extremadura Plasencia
49
AQUIMISA ZAMORA.
Sangone Niang (7), Adam Somogyi (11), Christopher Iza (6), Luke Meikle (6), Walter Cabral (4) –cinco inicial-, Marcel Robinson (22), Guido Villamil (10), Anthony Libroia (2), Jerry Okonkwo (4) y Xabier Arriaga (5).
EXTREMADURA PLASENCIA.
José Antonio Medina (3), Diego Gallardo (10), Javier Cardito (6), Mario Álvarez (9), Deng Mayot (7) –cinco inicial-, Pablo Villarejo (4), Germán Martínez (9) y Arturo Fernández (1).
PARCIALES:

17-6, 42-13, 58-33 y 77-49.
+Estadísticas.
ÁRBITROS:
Ángel Antonio Albacete Chamón y Jesús Marcos Gómez.
INCIDENCIAS:
Pabellón Ángel Nieto.






















Juan Carlos Ramos / Plasencia


Durante cuatro jornadas seguidas, el CB Plasencia Ambroz ha comparecido a un partido de una liga profesional como la LEB Plata con solo ocho hombres. Hasta ahora, la honradez de los ocho supervivientes y su entrenador fue lo único que mantuvo la dignidad a salvo. En Zamora ni siquiera fue suficiente eso (77-49).

Ambos equipos no se jugaban nada en esta última jornada de la liga regular. El Zamora ya estaba clasificado para el grupo de ascenso y el Plasencia, para el de descenso. Se esperaba una pachanga, pero al final un castigo. Un sonrojante castigo, sobre todo en la primera parte.

En esos primeros veinte minutos no hubo ni partido ni rigor táctico. Cualquier torneo veraniego de 3x3 tiene más intensidad que lo que se vio sobre el parquet zamorano. Bastan tres o cuatro datos para ilustrar la parsimonia que se vivió en el Pabellón Ángel Nieto: el Plasencia tardó más de siete minutos en romper el cero, solo fue capaz de anotar de tres durante los primeros 16 minutos, su primera canasta de dos no llegó hasta después del descanso y, aun así, Rafa Sanz no solicitó su primer tiempo muerto hasta el minuto 17 (32-13).

El Zamora, sin hacer un excelso partido –más bien discreto-, se paseó ante un Plasencia tremendamente diezmado (Arturo Fernández apenas disputó 12 minutos por lesión) y empeñado en anotar desde la línea de triples.  Su acierto desde esta distancia jugó en su contra: 4/22 en la primera parte (42-13).

En la segunda parte mejoró la actitud. Al menos, esos segundos veinte minutos sí que sirvieron como entrenamiento de cara la fase de permanencia que empezará el 27 de febrero.

La máxima zamorana llegó a ser de 31 puntos (48-17), pero enfrente ya tenía a un equipo a predisposición de sacar algún provecho del engorroso trámite de esta última jornada. Llegó a ganar el tercer cuarto (58-33) y a reducir la desventaja a 20 gracias a una zona que se le atragantó al Zamora (69-49). El postrero parcial de 8-0 dejó el marcado final en 77-49.

El Plasencia pasa a la siguiente fase con un acumulado de 5-5, justo en la frontera de la permanencia. En un grupo de 12 equipos, seis de ellos descenderán a Liga EBA.