CRÓNICA. El Diocesano pasa por encima del Plasencia para enfilar el camino al ascenso (0-4)
4. Diocesano: Miguel Cordero, Manu Martí, Varona, Palmero, Fran, Teto (Marco, m.78), Matheus (Monte, m.82), Manu Fernández, Javi González (Alfonso Abreu, m.82), Adri Mercadal (Germán, m.78) y Pablo Margallo (Luismi, m.66).
Árbitro: Gil Arenas. Mostró tarjetas amarillas a Chencho y Pablo Bueno, del Plasencia; y a Matheus y Alfonso Abreu, del Diocesano.
Goles: 0-1 (m.10): Teto. 0-2 (m.40): Matheus. 0-3 (m.75): Adri Mercadal. 0-4 (m.85): Alfonso Abreu.
Incidencias: Estadio Francisco Gil Valle, 400 espectadores.
Juan Carlos Ramos / Plasencia
Antes de este partido, el Diocesano necesitaba sumar diez puntos en cinco jornadas para lograr el ascenso a la 2ª RFEF. Tras ganar en Plasencia y el tropiezo del Moralo en Azuaga, ya solo tiene que cuatro puntos en las últimas cuatro fechas para proclamarse campeón y lograr el gran objetivo. O dicho de otra forma. El Diocesano será la próxima semana nuevo equipo de la 2ª RFEF si gana en casa al Trujillo y si el Moralo no puede superar en su feudo al Don Álvaro.
Pero el ascenso cacereño es cuestión de tiempo. Y lo es si ofrece la imagen que exhibió en Plasencia, donde dio todo un repaso a un equipo que, también es verdad, se está convirtiendo en la caricatura de sí mismo
El Plasencia tenía ligerísimas opciones de estar en puestos de playoff, pero no dio sensación de creer demasiado en ellas cuando dejó en el banquillo, e incluso en la grada, a todos sus pesos pesados. Luego, en el descanso, Rebollo trató de corregir su decisión haciendo un cuádruple cambio que tampoco alteró una marcha que ya había empezado a contrapié.
Y todo ello a pesar de que el Plasencia arrancó el partido con el viento a favor. No importó. El Diocesano echó el balón al suelo e hizo bailar desde el primer minuto a los locales, que solo fueron capaces de acercarse a la portería contraria en alguna acción a balón parado.
El 0-1 llegó pronto, en el minuto 10. Teto agarró un balón en el pico del área, hizo recular a su defensor y, con la pierna izquierda, mandó una parábola a la escuadra que se coló si remedio. El extremo de El Batán perdonó el segundo cinco minutos después.
En la recta final de la primera parte, se acabó de deshacer el Plasencia. En el 39, Matheus hizo el 0-2 a puerta vacía tras pase de Adri Mercadal. Y en el 41, Vichy detuvo un penalti lanzado por Pablo Margallo cuyo rechace finalizado por Matheus acabó en el poste.
Los cuatro cambios del descanso cambiaron la imagen del Plasencia, pero al llegar al área se encontró con su incapacidad para, no solo ver puerta, sino para crear acciones de peligro. El Diocesano jugó a medio gas y eso le bastó para marcar otros dos goles. El 0-3, en el minuto 75, tras una semichilena de Matheus en el segundo palo. Y el 0-4, en el minuto 80, tras un disparo desde la frontal de Alfonso Abreu.
Pero el ascenso cacereño es cuestión de tiempo. Y lo es si ofrece la imagen que exhibió en Plasencia, donde dio todo un repaso a un equipo que, también es verdad, se está convirtiendo en la caricatura de sí mismo
El Plasencia tenía ligerísimas opciones de estar en puestos de playoff, pero no dio sensación de creer demasiado en ellas cuando dejó en el banquillo, e incluso en la grada, a todos sus pesos pesados. Luego, en el descanso, Rebollo trató de corregir su decisión haciendo un cuádruple cambio que tampoco alteró una marcha que ya había empezado a contrapié.
Y todo ello a pesar de que el Plasencia arrancó el partido con el viento a favor. No importó. El Diocesano echó el balón al suelo e hizo bailar desde el primer minuto a los locales, que solo fueron capaces de acercarse a la portería contraria en alguna acción a balón parado.
El 0-1 llegó pronto, en el minuto 10. Teto agarró un balón en el pico del área, hizo recular a su defensor y, con la pierna izquierda, mandó una parábola a la escuadra que se coló si remedio. El extremo de El Batán perdonó el segundo cinco minutos después.
En la recta final de la primera parte, se acabó de deshacer el Plasencia. En el 39, Matheus hizo el 0-2 a puerta vacía tras pase de Adri Mercadal. Y en el 41, Vichy detuvo un penalti lanzado por Pablo Margallo cuyo rechace finalizado por Matheus acabó en el poste.
Los cuatro cambios del descanso cambiaron la imagen del Plasencia, pero al llegar al área se encontró con su incapacidad para, no solo ver puerta, sino para crear acciones de peligro. El Diocesano jugó a medio gas y eso le bastó para marcar otros dos goles. El 0-3, en el minuto 75, tras una semichilena de Matheus en el segundo palo. Y el 0-4, en el minuto 80, tras un disparo desde la frontal de Alfonso Abreu.
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