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Álex Alegría: un delantero 10

Álex Alegría posa para ESTADIO con diez balones, uno por cada gol marcado.
Álex Alegría posa para ESTADIO con diez balones, uno por cada gol marcado. LINCE.
CARLOS VIZCAÍNO
 (ESTADIO DEPORTIVO SEVILLA)
Con la disputa esta jornada del encuentro ante el UCAM de Murcia se cumple una vuelta del punto de inflexión en la temporada del Betis B. En la primera, el conjunto universitario venció por 0-2, creando un cisma en la ciudad deportiva verdiblanca.

Sin embargo, siete días después el filial venció en los últimos minutos 1-2 contra La Hoya Lorca, encadenando cinco victorias que auparon al Betis B a los puestos altos. Juan Merino, míster del filial, comenzó a encontrar su once tipo y a un jugador que está siendo clave: Álex Alegría.

"Al principio me veía bien, pero no entraban los goles y los delanteros vivimos de ellos", declara el jugador natural de Plasencia, que señala la evolución que ha tenido el equipo: "Ha cambiado muchísimo. Somos muy intensos, una piña y vamos todos a una. Al principio tampoco estábamos acondicionados a la categoría, subieron muchos juveniles. En el momento en el que nos compenetramos, se empezó a tirar hacia arriba y a sumar los puntos".

El delantero añade que también hallaron una identidad. "Encontramos una forma de jugar. Si se puede jugar, bien; si nos vienen a presionar muy arriba, pues balón arriba para aprovechar las segundas jugadas. La Segunda B es así, aunque en casa estamos jugando cada vez más desde abajo", indicó.

Su presencia en el once permite que el Betis B tenga estas alternativas, ya que pese a ser un delantero centro de 1,88 metros, Álex Alegría, que suma diez goles, domina todas las facetas de un ariete. "De pequeño me fijaba en Morientes, un paisano. En el fútbol moderno me gustan mucho Ibrahimovic, Llorente y Aduriz", declaró, todos delanteros muy completos, recordando el juego del bético, que desvela la evolución que ha tenido.

"Recuerdo que en juveniles me vino un ojeador de Osasuna y me dijo que porqué nunca le daba con la cabeza. Era jugador de regatear, darme la vuelta, echármela en larga. Ya en el Cacereño me dijeron que cómo un jugador tan alto no le daba con la cabeza. Subí con José Luis Montes y me empezó a poner balones de cabeza", dijo.

Su poderío aéreo lo complementa con un solvente juego de pies, curtido en el fútbol sala. "Alternaba con el fútbol 11. Entrenaba y luego jugaba con los amigos. Se nota bastante al pisar el balón", explicó.

Todo ello ha contribuido a formar a un completo delantero que comenzó como portero siendo benjamín de segundo año en el San Miguel. Luego, pasó a central, al medio centro y, en infantiles, ya en el Plasencia, avanzó hasta la vanguardia. "Allí estuve hasta juveniles de segundo año. En el tercero firmé por el Cacereño y alrededor de la segunda vuelta me subieron al primer equipo (debutando con 18 años)", rememora Álex Alegría, pretendido, además del Betis, por Sevilla, Málaga, Osasuna y Villarreal en el verano de 2012, un interés que, por ahora, el club bético no ha renovado: "Acabo contrato y aún no se ha dirigido. Me gustaría mucho seguir aquí".

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