REPORTAJE. Asier Fernández, el mayor deportivista del mundo

La culpa es de su padre Jose, un ponferradino que es socio del Deportivo de la Coruña desde hace más de 20 años. Cuando Asier no tenía más de 1 año de edad, le llevó a Riazor a ver al Depor en un partido ante el Osasuna y en ese momento le inoculó el veneno blanquiazul. 

Pero lo más curioso de todo es que Asier Fernández García (19/07/2005) no es ni siquiera gallego. Los caminos del destino llevaron a su padre a Cabezuela del Valle y a su hijo a nacer en el Hospital placentino. Eso no le impidió para que Jose trasladara el testigo a su retoño y le sacara el carnet deportivista. Para ello contó con la complicidad de su mujer Gema.

Marido, esposa e hijo son asiduos a los partidos del Deportivo, ya sea en Riazor o en otros campos de España (Granada, Vallecas, Valencia, Sevilla, Huelva...). No importan los kilómetros. El amor por el blanco y azul pesa más que la carretera.

La presencia de Asier ya no es extraña para la plantilla del Depor, donde incluso ha conseguido labrar alguna que otra amistad, como la de Laure o Lopo. Incluso Aranzubia le reconoció en un partido de UEFA Champions League cuando era portero suplente del Atleti. El cancerbero vasco no le olvidaba desde que un árbitro mandó callar a Asier en Alcorcón por no parar de dar golpes en las chapas de publicidad.

Asier no se cansa de ver fútbol. Y de practicarlo, pues es jugador de la UP Plasencia B que milita en la 2ª División Alevín que lidera su liga. Curiosamente, uno de sus compañeros es Hugo, el nieto de Paco Melo, uno de los técnicos responsables del Superdepor. 

Cuando no le toca jugar, viaja a ver a su Deportivo. Pero no sólo eso. En su ruta ha hecho paradas por la final de la Champions en Lisboa (donde animó al Atleti) o en la Supercopa de España en el Bernabéu (donde animó al Barça), al tiempo que espera acudir a la final de la próxima Eurocopa. Eso sí, asegura que sus ídolos siempre serán Valerón y Lucas Pérez.