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LEB Plata. El Plasencia cierra la primera vuelta en Ávila pensando en playoffs

Adrián Fuentes, en el último partido de liga ante el Agustinos de León.
Juan Carlos Ramos / Le está costando maniobrar al Extremadura Plasencia en el mercado de fichajes. Por séptima jornada consecutiva, la plantilla placentina no va a poder completar un 'roster' completo. No es que las lesiones se estén cebando con el equipo, sino que las marchas de jugadores por motivos deportivos no se están supliendo con nuevos nombres. Se marcharon casi al unísono Richard Peters y Erik Kinney y solo llegó el alero Dylan Poston. Y posteriormente, antes de Navidad, dijo adiós Robert Valge, reclamado por el Burgos de ACB para reforzar sus entrenamientos. 

Por tanto, el Extremadura Plasencia se presentará este viernes en Ávila (Múltiples Carlos Sastre, 20:00 horas) con una rotación de solo ocho fichas seniors, más algún que otro junior que solo participará si el partido está visto para sentencia. 

Lo ajustadísimo del presupuesto placentino ha maniatado a la dirección deportiva, a la que no le queda más remedio que esperar y esperar a que el caboverdiano Michael Mendes –el jugador elegido para reforzar la pintura- solvente los problemas burocráticos en su país de origen. Y ya han pasado cuatro semanas desde que ambas partes se dieron el sí quiero. 

Con estos condicionantes, y cruzando los dedos para que los ocho supervivientes firmen un partido tan completo como el de las vísperas navideñas, el Plasencia se presenta en la cancha del Ávila afrontando un nuevo cruce de caminos. Si gana cerrará la primera vuelta con un pie –posiblemente los dos- en los playoffs de ascenso a la LEB Oro; si pierde, tendrá que volver a replantearse si su objetivo realmente es luchar por evitar el descenso. 

Enfrente tendrá al Ávila, con una victoria más que los placentinos. A pesar de tardar en confeccionar su plantilla, ha armado un bloque fuerte, compensado y con una mezcla de veteranía y juventud. Algunos de los nombres más destacados son Jon Aramburu o un viejo conocido como Sidao Santana, el gigante brasileño de 2,15. Dos jugadores que representan bien el poder interior que tiene Ávila, pero que también están rodeados de buenos anotadores, como el base venezolano Harold Cazorla o el alero Kyle Hittle. 

"Es un equipo que defiende bien y que impone el bloque por encima de las individualidades. Le gusta jugar posesiones largas y trabajar en defensa para sacar los partidos adelante", ilustra Carlos Díaz.