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ENTREVISTA. José Javier Candeleda, el Hombre de La Mancha

El placentino José Javier Candeleda ha afrontado su sexta temporada en la provincia de Ciudad Real • Tras jugar cinco campañas en el Alarcos, este año fichó por el Bolaños • Su gran sueño es debutar algún día en la Asobal
Entrevista publicada en la revista Estadio Norte. 

Pregunta.- Parece que te has radicado en la provincia de Ciudad Real. Tras unos años en el Alarcos, esta temporada estás jugando en el Bolaños de 1ª División. ¿Qué cosas te unen a tierras manchegas?  
Respuesta.- Estoy muy cómodo y a gusto en Ciudad Real. Es una ciudad que es muy cómoda para vivir, pero los motivos principales son el tema de estudios, mi pareja  y un futuro laboral próximo que tengo aparte del balonmano.

P.- Háblanos de la temporada tanto a nivel personal como colectivo. ¿Cómo se está dando?
R.- A nivel personal muy bien. Estoy disfrutando mucho del balonmano de nuevo. El año pasado fue bastante duro ya que no tuve muchos minutos por cuestiones técnicas y este año está siendo todo lo contrario. En cuanto a lo colectivo, el equipo prácticamente es todo nuevo y aún nos estamos acoplando, pero aun así estamos  donde queríamos, en la zona alta de la clasificación y mirando muy de cerca a los puestos de fase de ascenso a División de Honor Plata.

P.- Con 30 años, ¿sientes que estás en ese momento en el que es hora de hacer balance?
R.- Todavía quiero seguir disfrutando en esto del balonmano y no tengo pensado (si respetan las lesiones) en hacer balances y pensar en posibles retiradas. De hecho, no descarto la posibilidad de volver a jugar en alguna categoría superior.

P.- ¿Qué ha sido lo mejor y lo peor de tu carrera deportiva?
R.- Lo mejor, los ascensos en Badajoz y Ciudad Real a División de Honor Plata, el ambiente que se vive en las fases de ascensos a Asobal, y los amigos que he dejado en cada sitio que he jugado. Lo peor, la noticia de la desaparición de un equipo de Asobal por el cual ya había fichado; la lesión fuera de temporada del tobillo y el peroné, la cual me tuvo seis meses fuera de las pistas; y la temporada pasada en la que el cuerpo técnico no contó conmigo a pesar de darlo todo

P.- ¿De qué éxitos o momentos dentro del balonmano te sientes más orgulloso?
R.- La época de la base, ya que de ahí han salido los amigos que tendré toda la vida, y la forma de clasificarnos para la primera fase de ascenso a Asobal, ya que éramos un equipo recién ascendido y no dependíamos de nosotros mismos. Teníamos que ganar al segundo clasificado (Palma del Río) y que perdiera otro equipo hecho para ascender (Gijón) contra uno que ya no se jugaba nada y estaba en la parte baja de la clasificación (Nava de Asunción).

P.- ¿En qué ha cambiado ese Candeleda al que vimos jugando en el BM Plasencia al que hora juega en el Bolaños?
R.- He cambiado bastante desde entonces, sobre todo a la hora de defender. Sin duda, la experiencia te aporta muchísimo en ese aspecto. Sabes fijarte más en el rival y te sabes todas las ‘triquiñuelas’ que a lo mejor el aspecto físico no te da ante jugadores más jóvenes y más corpulentos. En cuanto al ataque, tengo más recursos a la hora de lanzar que antes.


José Javier Candeleda, con su equipo actual, el BM Bolaños.
P.- ¿Cómo te has imaginado tu vida cuando el balonmano acabe?
R.- Será difícil dejarlo. Este deporte tiene algo que engancha,  ya que todos los veranos estás deseando volver a jugar, pero hay que ser realista y saber que llegará el momento en el que el cuerpo ya no dé para más. Posiblemente me desquite de esas ganas de balonmano entrenando equipos de bases de algún equipo. Pero, como digo, de momento aún no tengo intención de dejarlo.

P.- ¿Era inevitable que el BM Plasencia dejara de tener equipo senior tras varios años siendo campeón de liga?
R.- Era muy complicado mantener el equipo, no por el tema económico, sino por la necesidad de plantilla. Al final los chicos que salen del equipo juvenil se van a estudiar o trabajar fuera de Plasencia dado que no hay oferta. A lo mejor se quedan uno o dos chicos, pero no son suficientes para mantener una plantilla amplia y no se puede jugar ni entrenar con 10-12 jugadores. Al final, los entrenamientos no son de calidad y la gente se termina cansando.

P.- ¿Cómo definirías cada una de las etapas que has vivido en tu carrera deportiva?
R.- La de Plasencia una etapa de disfrute, jugando con los amigos de toda la vida. La etapa de Badajoz la de aprender con jugadores de muchísima calidad y la mejor temporada personal a nivel deportivo que he tenido. En Galicia, un año de una nueva experiencia lejos de casa. Ciudad Real fue la consagración como deportista, aportando en todos los niveles de juego y conociendo a grandes personas, que me acogieron desde el primer día, que me llevo como amigos.

P.- La Selección se ha proclamado campeona de Europa y, sin embargo, da la sensación de que al balonmano nacional (o incluso extremeño) le faltan muchas cosas…
R.- Por desgracia, el balonmano es un deporte minoritario que no tiene la repercusión del fútbol. Como casi todo en el deporte, al final lo que vale es el dinero y las inversiones tanto privadas como públicas en el balonmano son muy pocas. Los grandes jugadores tienen que salir fuera de España y salvo el Barcelona, a merced de la sección de fútbol, es el único que puede competir contra otros equipos europeos. Lo bueno que podemos sacar de esto es que los jugadores jóvenes, al tener un salario menor, pueden competir y darse a conocer en la Liga Asobal y disfrutar así de una buena cantera. En Extremadura pasa lo mismo que a nivel nacional. Cuando sale algún equipo que despunte, como lo fueron Badajoz o Villafranca, no tiene el apoyo económico que le dé ese plus para fomentar las bases y mantener los jugadores.

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