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CRÓNICA. El Plasencia pagó la baja de Medina ante el Morón (48-60)

José Antonio Medina, en el banquillo, con una bolsa de hielo para tratar su esguince de tobillo. PALMA
Extremadura Plasencia
48
Aceitunas Fragata Morón
60
EXTREMADURA PLASENCIA.
Germán Martínez (12), Diego Gallardo (7), Mario Álvarez (5), Arturo Fernández (3), Deng Mayot –cinco inicial-, Pablo Villarejo, Duane Morgan (12), Javier Cardito (1) y Stefan Radosavljevic (8).
ACEITUNAS FRAGATA MORÓN.
Fall El Hadji (13), Jon Aramburu (9), Taylor Cameron (16), Ángel Vázquez, Jean Cadot (5) –cinco inicial-, Kedar Salam (2), Tanner Omlid (6), Alejandro Rodríguez (8) y Sergio Cecilia.
PARCIALES:

13-12, 23-24, 36-44 y 48-60.
+Estadísticas.
ÁRBITROS:
Juan P. Morales García-Alcaide y Aitor Gómez Hernández.
INCIDENCIAS:
Pabellón Ciudad de Plasencia, 500 espectadores.































Juan Carlos Ramos / Plasencia


No Medina, no party. El Extremadura Plasencia puede lidiar con la ausencia de sus dos americanos, incluso aunque ésta se extienda durante seis jornadas, pero ojo con que falte el base cordobés. Su baja, como se demostró ante el Morón, supone un torpedo en la línea de flotación del equipo placentino.

Un esguince de tobillo en la última sesión de entrenamiento le permitió hacer la ronda de calentamiento, pero los dolores no le dejaron jugar. Su lesión llegaba en el peor momento posible, ante el conjunto más rocoso de la competición y que demostró que su liderato en esta fase de permanencia no es cuestión de casualidades.

Cierto es que en el Morón tampoco pudo alinearse José Antonio Marco por molestias en la espalda, pero el equipo sevillano esgrimió argumentos de sobra para suplir con solvencia la baja del exbase del Cáceres Patrimonio.

Fue un partido duro de roer para el espectador. Primero, por ataques exprimiendo el reloj de 24. Segundo, por defensas extenuantes que asfixiaron a los ataques. Tercero, por los bajísimos porcentajes en el perímetro de uno y otro.

El Plasencia aguantó sobre este escenario mientras le sostuvo el físico. Y eso fue durante los primeros veinte minutos. Tras el descanso, el Morón fue superior y mereció la victoria ante un Plasencia muy espeso en la canasta contraria.

Esa espesura ya hizo su aparición en el primer cuarto, pero el regreso de Duane Morgan, con seis puntos seguidos, maquilló el caudal ofensivo de los jerteños (13-12).

Con una máxima local de cuatro (16-12), el Morón volteó el marcador con un parcial de 0-6 para cobrar una ventaja que ya no abandonó en el resto del encuentro. Sin Medina y sin su talento para el bote por fuera del 6,75, al Plasencia le costó horrores salir de la primera línea de presión y crear espacios para el tiro (23-24 al descanso).

El Morón no es que estuviera más inspirado que su oponente, pero en momentos de sequía siempre encontraba las penetraciones de Cameron para abrir la lata. Con una máxima de once (30-41), el choque parecía liquidado.

Sin embargo, una inesperada reacción placentino puso el 41-44 y con triple para empatar. El lanzamiento se salió, llegó la cuarta de Morgan –que sostenía al equipo por dentro- y, casi seguido, un triple estratosférico de Aramburu que sellaba la victoria andaluza (41-52). Los últimos minutos no sirvieron más que para especular con posibles 'averages'.