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El Cacereño apea a la UPP de la Copa Federación (0-1)

Una acción del partido entre el Plasencia y el Cacereño.
UP Plasencia
0
CP Cacereño
1
UP PLASENCIA.
Manolo, Jairo, Manu Romero, Muguruza, Borrallo, Bugatto, Núñez (Luismi, m.46), Sergio Sánchez (Javi López, m.56), Gilarte, José Mari y Juanito.
CP CACEREÑO.
Camacho, Carlos García, Santi Polo, Asiel, Mansilla, Aarón, Marcelo, Copete, Martins (Everton, m.79), Fran Minaya y Pino (Xabi Esparza, m.64).
GOLES:

0-1 (m.70): Fran Minaya, de penalti.
ÁRBITRO:
Santiago Quijada Alcón. Mostró tarjetas amarillas a Manolo, Muguruza, Borrallo, Jairo y José Mari, de la UP Plasencia; y a Aarón y Copete, del Cacereño.
INCIDENCIAS:
Estadio Municipal, 500 espectadores.
































Juan Carlos Ramos (Hoy) / Plasencia


Seguramente pocos de los jugadores que participaron en el encuentro tengan incrustado en su ADN el significado de los Plasencia-Cacereño. Podrían sobrar dedos de una mano para contar los futbolistas que habían disputado hasta la fecha uno de estos derbis de máxima rivalidad provincial. Sin embargo, el partido de este domingo obedeció al que ya lleva siendo un clásico del fútbol regional desde hace décadas: intensidad, igualdad e incertidumbre hasta los minutos de descuento. Al final, la victoria y el pase a la siguiente ronda de la Copa Federación se acabó decantando de lado visitante desde el punto de penalti. Fran Minaya puso la firma al único tanto del choque.

Y fiel a este tipo de derbis a la vieja usanza, la primera parte transcurrió sin rehuir el choque, pero sin apenas ocasiones. En primera instancia, el dominio del balón correspondió al Cacereño y, por primera vez en lo que va de pretemporada, la UPP tuvo que jugar sin tomar la iniciativa. Y la verdad es que no se sintió demasiado cómodo. El esquema de Pastelero sigue echando de menos un futbolista de creación y por ahí deben ir los tiros en su búsqueda en el mercado de fichajes.

Por su parte, el Cacereño gustó por la seriedad de su propuesta y su fortaleza defensiva. Su once estará entre los mejores de las categorías, pero su hándicap lo encuentra en la profundidad de su banquillo. Adolfo Muñoz no otorgó más que 37 minutos a sus hombres de refresco y el once titular, en una noche plomiza de verano, acabó extasiado tras el pitido final.

La defensa verde mantuvo a la UPP fuera del área y sus únicos acercamientos solo llegaron desde fuera del área, en botas de Gilarte y Sergio Sánchez, sin poner en verdadero peligro a Camacho. El Cacereño lo buscó más en acciones a balón parado. Aarón, en la más clara, cabeceó a las manos de Manolo.

En la segunda mitad, con ambos técnicos exprimiendo poco su fondo de armario, llegaron las imprecisiones y el repliegue de líneas. El Cacereño fue el que mejor se supo mover en este contexto, sobre todo por banda izquierda con las incursiones de Santi Polo.

Y fue tras un error defensivo local, a veinte minutos para el final, cuando llegó el único gol del partido. Fue tras un balón rebotado que eludió la zaga placentina. Copete previo la jugada, recogió el rechace, encaró a Manolo en el mano a mano y el meta, en el intento de dribling, acabó derribando al delantero. El penalti, con pierna izquierda y pegado al palo, lo convirtió Fran Minaya (0-1).

De ahí y hasta el final, la UP Plasencia lo intentó con más corazón que cabeza, con el poco margen que le daba el desgaste de un partido extremadamente exigente. El equipo unionista los buscó en juego directo y balones sueltos, mientras que el Cacereño, también sin fuerzas, no supo aprovechar para finiquitar a una defensa completamente desguarnecida.

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