Era un partido a vida o muerte y el que salió muerto fue La
Roda, que prácticamente certificó su descenso virtual en La Bombonera. El
Plasencia, en el primer partido como entrenador de Raúl Pérez, rompió una racha
de cinco derrotas seguidas para dar el primer paso en busca de esa permanencia
que aún sigue siendo muy complicada. En las cuatro jornadas que restan, deberá
sumar al menos tres victorias.
No se vieron demasiados cambios en relación al equipo de
Rafa Sanz. El cinco inicial lo hubiera firmado el entrenador cordobés. E
incluso, la participación testimonial de Stefan Radosavljevic. Si acaso, se vio
a un José Antonio Medina menos preocupado en consumir los segundos de la
posesión y a un Duane Morgan que fue la gran referencia por dentro hasta que
sufrió algún tipo de percance físico.
Y hay que decirlo, también acompañó el porcentaje desde la
línea de tres. Al menos, en la primera parte, que fue cuando el Plasencia
obtuvo una renta de +10 con la que se manejó con comodidad durante el resto del
choque.
La Roda, lastrado por la ausencia de mayor referente
ofensivo, Gregorio Adón, trató de competir surtiendo de balones por dentro a Mous
Barro y Franvk Kougnia, que se mostraron imparables hasta que tuvieron oxígeno.
Por su parte, el triple sostuvo al Plasencia (18-17 y 15 puntos de tres en el
primer cuarto).
En el segundo cuarto, el Plasencia decidió buscar soluciones
por dentro ante el desgaste de las torres rodeñas. Y en ese escenario, Duane
Morgan ofreció una exhibición de versatilidad. Se fue al descanso con 18 puntos
y permitió al Plasencia sin la necesidad, y la presión, de tener que mirar al
marcador (41-32 con veinte minutos por disputarse).
A pesar de que el acierto de tres comenzó a descender (era
un 9/20 al descanso) y Duane Morgan daba muestras de molestias físicas (ya no
volvió a anotar), la defensa del Plasencia borró de la pista a La Roda, que
sobrevivía con algún triple estratosférico de Óscar Herrero.
A La Roda no le quedó otra que dejar tirar al Plasencia a
través una defensa en zona. Sacó provecho durante unos minutos e incluso se
llegó a poner a seis (49-43), pero la aparición de Medina para tirar del carro
desatascó una situación que en absoluto llegó a ser preocupante ante la falta
de argumentos ofensivos de los manchegos.
Con el 60-51 a falta de 02:15 para el final, un triple de
Mario Álvarez acabó por liquidar un partido que vuelve a meter en la pelea al
Extremadura Plasencia en la lucha por la permanencia.