PREVIA. El Plasencia afronta una nueva final en la cancha del líder Morón
Javier Cardito presiona la salida de balón en el partido ante el Morón en la primera vuelta. |
Ante la falta de elementos atractivos con los que seducir a sus aficionados en un domingo de Semana Santa, el Morón ha tratado de vender el partido como el de la permanencia matemática. Y razón no le falta, ya que saca cuatro victorias a la frontera con los puestos de descenso con cuatro jornadas por disputarse.
El Plasencia tiene un balance de 8-10 y está a un partido del soñado sexto puesto que ocupa al Baskonia, al que tiene ganado el 'basket average'. Dormirá en zona segura si gana al Morón y pierden el Baskonia en La Roda y el Vic en casa ante el Gijón.
"Es otra final ante un equipo con empaque y con jugadores que tienen nivel de LEB Oro. Además, en una de las pistas que más aprietan. Muchas de nuestras opciones de salvación pasan por ganar en Morón y el equipo cree que puede hacerlo. Vamos con ilusión y el objetivo, como mínimo, de competir hasta el final", decía Raúl Pérez en lo que será su segundo partido como entrenador del Extremadura Plasencia.
El Morón ya dio síntomas de no tener suficientes motivaciones en juego el pasado sábado en Ávila. Viajó en el día cuando los planes iniciales eran hacerlo el viernes. Luego, dejaron escapar un partido que tenían en el bolsillo. "Es un equipo que un poco montaña rusa. Suelen jugar a un ritmo lento, de largas posesiones, para adaptarse al juego de José Antonio Marco… Pero es un equipo que sabe ganar anotando solo 60 puntos. Es de los que mejor defiende de la liga, tiene jugadores muy físicos. Saben muy bien a lo que juegan", explicaba Raúl Pérez.
Sobran presentaciones para hablar de jugadores como Cameron, José Antonio Marco, Howard o Jon Ander Aramburu, que llega tocado a esta cita. El que no estará es Tanner Omlid, ausente ya en los últimos partidos por lesión. "Si tienen un día bueno, pueden pasar por encima de cualquiera", avisa el entrenador placentino.
Raúl Pérez tendrá a su disposición a sus diez jugadores, una vez que Duane Morgan ha superado la contractura muscular que le condicionó en la segunda parte del partido ante La Roda. Todos llegan en buenas condiciones físicas y anímicas.
"Los jugadores están entrenando muy duro, incluso hemos tenido que bajar la intensidad para que no hagan más de lo que deben. Eso me gusta, porque creo que como se entrena, se juega. Con cinco partidos no puedo hacer maravillas ni las quiero hacer, ya que también hay muchas cosas buenas del anterior entrenador, pero sí que notado un cambio a nivel defensivo y, sobre todo, en el aspecto anímico", reconoce Raúl Pérez.