Que no estamos tan mal, como diría Laporta. El Extremadura
Plasencia ha pasado de tener que padecer una semana viral a costa del ya famoso
17-0 en contra de Salamanca y cosechar tres derrotas sobre la bocina a sumar
una victoria brillante ante el Basket Navarra (79-64) y situarse a solo un
partido del liderato. El Zamora encabeza la LEB Plata con 3-2 y el Plasencia ya
presenta un aceptable 2-3.
Una victoria que ha sido posible gracias a uno registros
defensivos que aún no se habían visto en la piel de este nuevo Extremadura
Plasencia, más acostumbrado a desplegar un baloncesto desinhibido y de
intercambio de golpes. Rafa Sanz insistió en rueda de prensa que no se ha
perdido esa alegría, simplemente es que este sábado se defendió bien.
Y tan bien. Por parte navarra, en la primera parte, apenas
podían anotar un par de jugadores: Edu Hernández-Sonseca y Yago Estévez. Los
demás, y no muchos, no aparecieron hasta la segunda mitad.
El ex del Real Madrid y de la Selección Española hizo lo que
quiso dentro de la pintura hasta que mantuvo la frescura. Deng Mayot no fue
capaz de frenarlo y Rafa Sanz se dio rápidamente cuenta que lo que necesitaba
Hernández-Sonseca enfrente eran kilos y no centímetros. En este sentido,
espectacular el trabajo de Mario Álvarez (1,98) ante un tipo de 2,12 y 110
kilos.
La primera parte se movió con pequeñas rentas a favor de los
placentinos, que entregaron la responsabilidad de anotar a un Duane Morgan que
va a pujar el MVP de la jornada. En sus 24 minutos en cancha hizo de todo. Con
35-32 se llegó al descanso.
Dos triples consecutivos de salida dispararon la máxima a diez
(43-33). Y aunque el Navarra trató de engancharse con balones interiores que
sacaban canasta bajo tablero o tiros libres, las sensaciones eran buenas: 53-50
en el tercer cuarto.
Pero por mucho que hubiera buen 'feeling' el fantasma de
Salamanca era poderoso y cuando el Navarra se puso a tres después de dos
triples seguidos a falta de 03:35, al respetable le empezó a salir una risa
nerviosa.
Por suerte, apareció el triplazo descomunal de Medina, al
que hay que querer con sus luces y sus sombras. Una bomba que casi tocó en el
techo y selló la victoria del Plasencia, que incluso se permitió el lujo de
especular con futuros ‘averages’.