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CRÓNICA.El Plasencia sucumbe en Marín con polémica y sobre la bocina (82-81)

Momento en el que Jordan Gregory anota el 82-81 sobre la bocina. CANAL FEB
Marín Peixegalego
82
Extremadura Plasencia
81
MARÍN PEIXEGALEGO.
Taiwo Badmus (9), Jordan Gregory (29), Antonio Pantín (12), Juan Orellano (8), Jorge Romero (14) –cinco inicial-, Jacobo de Benito, Pablo González, Santiago Lorenzo y Gerard Sevillano (10).
EXTREMADURA PLASENCIA.
Pablo Villarejo (3), Duane Morgan (7), José Antonio Medina (13), Arturo Fernández, Marcellus Roberts (12) –cinco inicial-, Germán Martínez (5), Diego Gallardo (18), Javier Cardito, Mario Álvarez (8), Vladimir Tomasevic (6) y Deng Mayot (9).
PARCIALES:

24-19, 41-45, 61-58 y 82-81.
+Estadísticas.
ÁRBITROS:
Paula Lema y Cristian Martín.
INCIDENCIAS:
Pabellón A Raña.





































Juan Carlos Ramos / Plasencia


Derrota. Y de las que duelen. El Extremadura Plasencia mordió el polvo por primera vez en la presente temporada tras caer a causa de un 'buzzer-beater' de Jordan Gregory, que mantuvo a flote al Marín Peixegalego a lo largo de todo el encuentro y que puso broche a su fenomenal encuentro con una canasta espectacular (82-81).

Duele que la derrota llegara sobre la bocina y duele que fuera posible a causa de una falta inexistente de Arturo Fernández a dos segundos para el final. El canario recuperó el balón con 80-81 en el marcador, pero Paula Lema señaló personal décimas después y cuando el Plasencia ya cantaba victoria. La colegiada, condicionada por alguna decisión anterior que protestó el banquillo local, apeló a la ley de la compensación en el peor momento posible.

Quizás el Plasencia debió solventar la papeleta antes de que llegara ese dramático desenlace. El Marín andaba cortito de fondo de banquillo y las faltas personales de algunos de sus mejores hombres le condicionaron a la hora de defender.

Pero la verdad es que el Plasencia tampoco es que defendiera mucho. O al menos no lo supo hacer con Jordan Gregory, prácticamente el único argumento que esgrimió el Marín cuando el partido se ponía cuesta arriba.

El americano firmó un encuentro impecable a pesar de disputar casi 33 minutos. Como no pudo ser de otra forma, suyas fueron la primera y la última canasta.

Al Plasencia le costó entrar en el partido. El Marín alcanzó una máxima de nueve en el minuto 5 (16-7), mientras el Plasencia no era capaz de aprovechar su tremenda superioridad en el rebote. Una sucesión de triples algo extravagantes ilustraba su pobre porcentaje en el primer cuarto (2 de 7).

Pantín era el único que era capaz de mantener a raya a las torres placentinas. Cuando hizo la segunda o se retiraba al banco a tomar un respiro, al Plasencia no le costaba voltear el marcador. Gallardo por fuera y Mayot por dentro tiraban del carro (41-45 al descanso).

En el tercer cuarto regresó la falta de fluidez anotadora, pero al Plasencia le bastaba algún triple esporádico para mantener el equilibrio ante el descanso de Gregory (61-58).

Pero el americano regresó en el último parcial. Y de qué forma. Pero también se vio la mejor versión de José Antonio Medina. Tremendo pulso solo pudo encontrar solución en un final de infarto con el desenlace ya comentado.